LAS SEÑALES DEL DIVORCIO - Más Mujer Austin
LAS SEÑALES DEL DIVORCIO
Por Vicky Cipolla
Cuántas veces mantenemos relaciones eternas en pro de la familia, los hijos, el qué dirán, por no terminar con una ilusión que quedó en el pasado.
Pero es en estos casos que debes de escuchar esa voz interna, tus necesidades. Y sí, a veces necesitamos tomar decisiones drásticas que nos dejan un mal sabor de boca, pero que al cabo de un tiempo entendemos que fue la mejor decisión.
Pero, ¿por qué quedarse cuando la vida de pareja ya no resulta ideal o ya no estás a gusto en esa relación? El admitir que aquello que nos hizo feliz una vez y hoy ya no lo hace, no es sencillo. Es importante recalcar que tú felicidad depende de ti y no de terceras personas.
Un divorcio se vive también como un proceso de duelo con todas sus etapas. Es romper con una idea de futuro que no será y que ya no fue. Dejar de lado todos los planes, las metas en común, etc.
Pero todo pasará. Seguirás creciendo aunque no sea al lado de la persona que creíste sería para ti por toda una eternidad.
Hoy te quiero compartir las ocho señales que tenés que tener en cuenta en tu vida de pareja. Estos son sólo algunos de los indicios de que algo no está marchando bien en la relación y ya sea que elijan pedir ayuda de pareja o que se decidan tomar un cambio de vida.
Ya no tienes ganas de compartir tiempo con tu pareja. Cuando empiezas a elegir llegar más tarde a casa, o simplemente prefieres alargar la jornada laboral porque llegar a casa te deprime, o te angustia.
El no tener celos por tu pareja. Cuando ya no te importa con quién pueda estar tu pareja, y empiezas a fantasear que sería mejor para ti que esté con alguien más porque el sólo pensamiento te libera de una tensión, debes estar atenta.
Prefieres pasar más tiempo con tus amigas. Cuando buscas desesperadamente la compañía de tus amigas, y cualquier plan te parece bueno para no compartir con tu pareja.
Te sientes sola. Cuando el convivir y dormir con tu pareja se siente como un desierto, es señal de que algo no anda bien.
Cuando haces planes en solitario. Cuando empiezas a pensar cada plan, cada proyecto y estás sólo tú, o estás con amigos o familia, pero no con tu pareja, es un indicador de que hay un abismo en esa pareja.
Cuando ya no hay deseo. Cuando prefieres mirar una película o leer antes que tener un encuentro amoroso con tu pareja, es signo de que hay una gran falla en la conexión.
Cuando empiezas a fijarte en otras personas. Cuando buscas afuera aquello que ya no vez en tu pareja.
Ya no sientes pena ni compasión por la otra persona. Cuando ya nada te conmueve, ya no sientes que hay nada por lo que luchar, es ahí que debes tomar la decisión.
Estos casos no incluyen el de violencia doméstica en cualquiera de sus formas, en el que el buscar ayuda profesional o de las autoridades locales siempre será tu mejor opción para mantenerte a salvo tanto física como emocionalmente.
Es cierto que de todas las crisis podemos salir fortalecidos, y de todo aprendemos. Podemos atravesar una crisis de pareja pero si deseamos continuar con ese vínculo se puede trabajar para que la relación continúe. Sea cual sea tu decisión recuerda que siempre debes hacerlo por ti misma.
Cuando sostenemos relaciones por los demás es muy fácil que esa relación se caiga o que constantemente sufra altibajos. ¿Por qué? Porque no se sostiene por el verdadero deseo de compartir, y de estar con esa persona por amor y decisión. Se sostiene por la familia, por los hijos, por la sociedad, por el qué dirán, entre tantos otros puntos. Siempre que una relación se construye sobre pilares débiles, es normal que la relación no se sostenga.
Si te sentiste identificada con varios de los puntos anteriores, pregúntate: ¿Quiero estar en esta relación? ¿Lo quiero hacer por mi? ¿Soy yo el verdadero motivo por el cual quiero estar acá o quiero pelear y luchar por esta relación?
Si la respuesta no eres tú, y es otra cosa, entonces es hora de tomar una decisión importante y hacerle frente a la vida.
Si decidiste o tienes en mente un divorcio, asegúrate de contactar a un abogado de lo familiar para que despeje tus dudas sobre los bienes en común y en caso de hijos, arreglar la disputa de la custodia y manutención.
¡No te asustes! Piensa en que el camino puede ser duro, pero al final la recompensa es ser feliz, y si eres feliz sola no debes preocuparte porque estarás siendo feliz.
Animate a ser feliz con tu pareja o sola, pero ¡sé feliz!