¿Embarazada después de la primera dosis de la vacuna contra el COVID-19? - Más Mujer Austin
Dos de las vacunas autorizadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) ante la crisis sanitaria por la COVID-19 deben aplicarse en dos dosis para conseguir una respuesta inmune adecuada contra el virus que causa la enfermedad, el SARS-CoV-2.
Pero, ¿qué sucede si una mujer descubre que está embarazada después de recibir la primera dosis de la vacuna? ¿Debería recibir la segunda dosis? Los especialistas de Johns Hopkins Medicine dicen que sí.
“Ya que al presente no hay evidencia de que la vacuna contra la COVID-19 aumente el riesgo para el feto durante el primer trimestre, recomendamos a las mujeres que se pongan la segunda dosis de la vacuna si conciben tras la aplicación de la primera dosis”, explica la doctora Jeanne Sheffield, directora de la división de medicina materno-fetal y catedrática de ginecología y obstetricia en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
Los datos arrojados por las investigaciones indican que el riesgo de presentar síntomas y complicaciones graves, e incluso morir, es mayor para las mujeres gestantes enfermas por COVID-19 que para las mujeres que no han concebido.
“Las mujeres que queden en embarazo deben consultar con el ginecólogo sus dudas sobre la vacuna y sus posibles efectos en la gestación”, afirma Sheffield.
Los efectos secundarios de las vacunas contra la COVID-19 pueden presentarse de forma leve o moderada y son similares a los que manifiestan las mujeres que no están en embarazo. Entre los efectos más frecuentes encontramos dolor en el lugar de la inyección, fiebre, escalofríos, dolores musculares y dolor de cabeza, aunque en algunos casos se presenta una combinación de estos. Si bien estas reacciones ocurren con más frecuencia tras la aplicación de la segunda dosis, generalmente desaparecen al cabo de unos cuantos días.
Como consecuencia de la gestación, el sistema inmune de las mujeres experimenta cambios que podría aumentar su propensión de contraer virus respiratorios. Por esta razón, expresa la doctora Sheffield, es fundamental que mantengan las medidas de prevención.
“Quienes estén en embarazo deben seguir adoptando las medidas que eviten el contagio por la COVID-19, tales como guardar la distancia interpersonal, usar la mascarilla, lavarse las manos con frecuencia y consultar cualquier duda con el profesional de la salud que las atiende — incluso después de la vacunación”.
Según explica Sheffield, en los ensayos clínicos iniciales no se evaluó la eficacia y seguridad de las vacunas anticovid en la población de mujeres embarazadas. Sin embargo, los datos de toxicidad preliminares no han revelado ningún efecto adverso en el desarrollo fetal y la función reproductora. Dicho lo anterior, durante los próximos meses se dispondrá de más información sobre este tema una vez que concluyan otros ensayos.
Aunque hasta la fecha no se hayan despejado todas las dudas sobre el efecto concreto de las vacunas anticovid en el embarazo, los especialistas de Johns Hopkins Medicine apoyan las recomendaciones de los organismos sanitarios nacionales, el Advisory Committee on Immunization Practices de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, el American College of Obstetricians and Gynecologists y la Society for Maternal-Fetal Medicine, sobre la aplicación del ciclo completo de la vacuna.
“Somos conscientes de que el virus SARS-CoV-2 afecta negativamente a las mujeres embarazadas y es por esta razón que recomendamos que se vacunen contra la COVID-19”, concluye Sheffield.
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