DEJA DE APRENDER - Más Mujer Austin

Hemos vivido una de las épocas más determinantes de esta generación. El desafío ha sido enorme; muchos negocios han sufrido una de las peores crisis de las que se tiene memoria. Es ahora cuando entramos en un período de recuperación que todavía no sabemos cuánto durará y qué tan cuesta arriba será.

Sin embargo, si hay algo positivo que la pandemia nos dejó, es el crecimiento exponencial en el contenido en línea que muchas personas y entidades pusieron a la disposición del público en general de forma gratuita o a muy bajo costo.

Ya veníamos de una era que se había caracterizado por el acceso a la información casi para cualquier persona. Los recursos que estaban al alcance de muchos a través de medios electrónicos habían logrado democratizar el conocimiento. Habíamos logrado un punto donde se había facilitado el acceso a cursos, tutoriales o talleres que pudieran mejorar nuestras habilidades en casi cualquier campo.

Y el mundo de los negocios no había sido la excepción; ahora aprendes de marketing y ventas, entre otras cosas, en cualquier parte.

Pero lo que sucede hoy en día después del 2020, es un verdadero tsunami de información que resuelven casi cualquier necesidad que tengamos.

Y evidentemente, a simple vista todo eso está bien. El conocimiento es una herramienta que nos ayuda a hacer las cosas de una mejor manera y eso en los negocios se traduce en que puedes producir mejores resultados con menos recursos y así ganar más dinero.

Sin embargo (y aquí hay un gran SIN EMBARGO), de nada sirve dominar las habilidades más sofisticadas en los negocios si no te das el tiempo para aplicarlas.

A menudo nos encontramos con los adictos a los zooms o FB Live, especialmente si son gratuitos. Se la pasan brincando de evento en evento porque son temas "interesantes" y porque ahora están "muy a la mano". 

El problema es que toda esa supuesta ambición por prepararnos paraliza el desarrollo de nuestro negocio. Nos pone en un estado mental de imaginación permanente en el cual soñamos en cómo podríamos implementar las cosas para mejorar, ¡pero nunca lo hacemos!

Por eso mi propuesta es tan radical: DEJA DE APRENDER. Seguramente a estas alturas ya has acumulado suficiente conocimiento que te permita ejecutar, que te permita dar pasos tangibles en tus planes. Actuar no es traicionar tus ganas de superación, al contrario, es una excelente oportunidad de probar si lo que has aprendido hasta ahora sirve de algo o necesitas corregir el rumbo.

Aunque suene un poco crudo, te invito a que dejes de aprender para poder progresar.

Por Elías Hermida / Empresaria Feliz



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