¿Mamá Pasalona? - Más Mujer Austin

La maternidad es una decisión que tomamos todos los días, en donde ponemos la felicidad y el bienestar de otro antes que la nuestra. 

Por eso a veces la maternidad golpea y golpea fuerte. Pero tranquilas. Se puede manejar. Para esto debemos aprender a hacerlo. Ya dicen que los hijos no nacen con un manual, pero en estas líneas haremos uno pequeño para ayudarte a pasar por la maternidad de la mejor manera posible.

Y es que, ¿cómo pasamos por la maternidad sin morir en el intento? Poniendo límites. Sí, así como lo leen. los límites educan, contienen, y dan seguridad. Es posible educar con amor. Sin embargo, los límites no son sinónimo de violencia. 

Todos los hijos necesitan seguridad, contención y apoyo. Esto se logra poniendo límites.  Decir no, de vez en cuando, es muy necesario ya que le estamos enseñando a que no se puede tener todo en la vida al mismo tiempo. Esto trabaja la tolerancia y la frustración. Algo que es muy importante y que van a necesitar tener presente a lo largo de su edad adulta. 

¿Qué pasa con los hijos cuando somos madres permisivas?

◦ Carecen de autodisciplina.

◦ Les cuesta la sociabilidad.

◦ Son egoístas (primero yo, luego yo).

◦ Inseguridad por la falta de límites.

Y te estarás preguntando, ¿entonces qué hago? Y la respuesta es sencilla. 

  • Educa con tolerancia, amor y frases afirmativas. 

  • En vez de decir: eres un desastre. Di: tu habitación es un desastre. 

  • En vez de gritar, arrodíllate a su nivel (cuando son pequeños)l y explícale.  Si es necesario, sujetándolo de los brazos y buscando la conexión visual.

  • En vez de decir: hasta que no termines tu cena no vas a jugar.

  • Di: cuando termines tu cena entonces irás a jugar .

Cuida tus palabras todo lo que les digas ellos lo toman como real.

Si dices que existe el coco, ellos te creerán.

Si dices que no son capaces de resolver un problema, ellos lo creerán.

Si dices que Santa existe, lo creerán.

Si dices que son tontos, o que no pueden realizar algo, también te creerán. 

Ayúdalos a ser mejores, no les pongas etiquetas. No hagas las cosas por ellos, acompáñalos en el crecimiento, sé entusiasta. 

Lo mejor que puedes hacer es dar refuerzos positivos ante sus éxitos, en cualquier etapa de su crecimiento. 

Cuando hagan algo positivo felicítalos, motívalos.

La maternidad no es fácil, pero nos da una de las mayores satisfacciones de la vida. 

Ver crecer a nuestros hijos y que sean felices. Así que recuerda. Mucho amor no lastima. Lo que lastima a los hijos es la poca presencia de los padres. 

¡Ánimo que lo estás haciendo bien!


Por Lic. en Psicología Vicky Cipolla

MARIO TAPIA